sábado, 11 de diciembre de 2010

Mi viejo

Ayer mi papi se cayó. Se levantó de la silla de ruedas, empezó a caminar y terminó en el pasto.
Mi viejo tiene 81 años y sufre de Alzheimer avanzado. Comparto con ustedes unas líneas que le escribí y que publiqué en Facebook por el Día del Padre
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El domingo es tu día y estaré contigo. Y escribo esto recordando la vez que tenía como 10 años y te regalé un poema, que decía algo asi como "estos versos van acompañados de un regalito de un pañuelito para el papá más bonito". Hace poco encontré ese papel entre tus cosas.
Gracias a ti conocí los versos de Gabriela Mistral, de Pablo Neruda. Contigo veía el fútbol y las peleas de box. Me enseñaste a jugar ajedrez y solo te gané una partida cuando cumplí 15 años. En realidad, creo que te dejaste ganar!
Me volvías loca cuando no me dejabas irme de campamento con mis amigos de la universidad. Me volvías loca cada vez que me pedías que toque la guitarra en cada reunión familiar. Cada vez que decías que tu hija -yo- era la primera en todo, tenía ganas de desaparecer.
Siempre tenías uno o más libros en la cabecera de tu cama. Te gustaba jugar la tinka y también apostar a los caballos. Y claro, te gustaba el ron como a todos los Sáenz. No recuerdo cuántos años tenía, pero desde que tengo uso de razón me invitabas un poquito de tu vaso de ron, ron pomalca rubio! Eso le molestaba mucho a mi mamá, Dina, a quien le cantabas la tonadita de Ricardo Arjona, pero con un pequeño cambio: "Señora de las cuatro letras"
Ahora estás conmigo pero no recuerdas mi nombre. A veces preguntas por mi esposo, por mis hijos, por cuánto te cobro al peinarte, por cómo me llamo... Pero sé que me quieres. Lo sé cuándo me miras al decirte "Papacito bello precioso encantador". Cuando me abrazas. Cuando tomas mi mano. Cuando sonríes al escuchar algunas de las canciones que tanto te gustan escuchar (desde Edith Piaff, música chiclayana hasta Gian Luca Grignani).
Bueno viejito, este domingo estaré contigo y confieso que aunque a veces no sepas mi nombre, disfruto cada momento que paso contigo. Gracias a ti (y a mi mami) soy lo que soy y te amo por eso. A veces extraño cuando ibas a mi cuarto a despertarme...o cuándo sacabas una botella de ron y nos poniamos a tomar los dos solos en la casa. Cuando me decías que me ibas a recoger de algún lado y luego me pedías que te llene el tanque de combustible. Cuando querías jugar la tinka en mancha, pero tú querías ser el único que elija los números. Extraño hasta cuándo te molestabas conmigo!
Ahora solo quiero decirte una y mil veces que TE AMO VIEJITO LINDO PRECIOSO BELLO ENCANTADOR!!!
Tu hijita, Sara María!!
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